
El Perú celebra un hito en su historia turística, Ollantaytambo ha sido reconocido oficialmente con la Jerarquía 4, la máxima distinción otorgada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) a destinos con capacidad comprobada para atraer turismo internacional y sostener un desarrollo turístico continuo. Este logro posiciona a Ollantaytambo como uno de los destinos más importantes del país, junto a Machu Picchu, y marca un antes y un después en la planificación estratégica del turismo en la región andina.
Para alcanzar esta categoría, se llevó a cabo una evaluación técnica exhaustiva a cargo del Gobierno Regional del Cusco, en coordinación con especialistas del Mincetur. El proceso consideró múltiples criterios, incluyendo el nivel de conservación de los atractivos turísticos, la accesibilidad, la calidad de la infraestructura de servicios, la gestión del entorno y el potencial para recibir un flujo sostenido de turistas nacionales e internacionales.
Este reconocimiento no solo tiene un valor simbólico. También representa una ventana de oportunidades para atraer inversiones públicas y privadas orientadas a mejorar los servicios turísticos y fortalecer la infraestructura urbana y rural. Con la Jerarquía 4, Ollantaytambo podrá acceder a programas de financiamiento, capacitaciones técnicas y asistencia especializada para implementar estrategias sostenibles de desarrollo turístico.
Sin embargo, los beneficios del reconocimiento vienen acompañados de grandes responsabilidades. Las autoridades locales ya trabajan en planes de gestión turística sostenible que incluyen la participación activa de la comunidad, la reducción del impacto ambiental, la mejora de la señalización, y la capacitación del personal en contacto con turistas. La idea es evitar la masificación desordenada que podría poner en riesgo el equilibrio cultural y ecológico de la zona.
Impulso directo al sector HORECA
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El reconocimiento de Jerarquía 4 convierte a Ollantaytambo en un imán turístico de alto nivel, lo que se traduce en mayor demanda de hoteles, restaurantes y servicios de catering especializados. Este nuevo estatus no solo abre la puerta a inversiones e internacionalización del destino, sino que también obliga al sector HORECA a elevar sus estándares, profesionalizar su oferta y diversificar sus experiencias para atender a un visitante más exigente y global.