
La llegada del euro digital marcará un antes y un después en los métodos de pago para el sector HORECA europeo. Adaptarse a esta nueva moneda digital será clave para mejorar la eficiencia, reducir costos y ofrecer una experiencia más ágil y segura a los clientes.
Un cambio de paradigma en los métodos de pago
La digitalización del euro no es simplemente una alternativa al efectivo; es una declaración de soberanía financiera por parte de la Unión Europea. A partir de 2029, todos los comercios, incluidos hoteles, restaurantes y bares, deberán aceptar pagos con euro digital. Este cambio afectará tanto a grandes operadores como a pequeños establecimientos, aunque ciertos actores como microempresas y puestos de mercado podrían quedar exentos bajo condiciones específicas.
Impacto operativo: inversiones y adaptaciones necesarias
La implementación del euro digital requerirá una modernización significativa de los sistemas de punto de venta (TPV), terminales de pago y plataformas de comercio electrónico. Las inversiones necesarias serán millonarias, y consultoras como CGI ya instan a los retailers a diseñar sus hojas de ruta tecnológicas con horizonte 2030. Sin embargo, este esfuerzo también abre oportunidades: las comisiones por transacción podrían reducirse al no depender exclusivamente de intermediarios privados, lo que supondría un alivio especialmente para formatos de margen ajustado como el discount o el canal de conveniencia.
PUEDES VER:
Oportunidades para el sector HORECA
A pesar de los desafíos, el euro digital ofrece diversas oportunidades para el sector HORECA:
-
Reducción de comisiones: Al eliminar intermediarios privados, los establecimientos podrían beneficiarse de menores costos por transacción.
-
Mejora en la eficiencia operativa: La integración del euro digital en los sistemas de pago puede agilizar los procesos y reducir tiempos de espera.
-
Fortalecimiento de la soberanía financiera: Adoptar el euro digital contribuye a una mayor autonomía económica frente a actores externos.
La llegada del euro digital es una realidad que transformará el panorama de pagos en Europa. Para el sector HORECA, adaptarse a esta nueva moneda digital no es solo una obligación legal, sino una oportunidad estratégica para mejorar la eficiencia operativa, reducir costos y fortalecer la posición frente a actores externos. Es esencial que los establecimientos comiencen a planificar su transición tecnológica para estar preparados ante este cambio inminente.