¿Te has preguntado cómo un desayuno dominical puede conquistar redes sociales y luego triunfar en restaurantes de alta gama?
Eso es justamente lo que está pasando con el pan con chicharrón. Lo que para muchos era solo un platillo tradicional, tras su participación en el “Mundial de Desayunos” organizado por el streamer Ibai, se convirtió en un fenómeno de consumo que ha puesto a este sándwich criollo en el ojo público.
El impacto ha sido inmediato. Ventas vía delivery (+40 %) se dispararon, restaurantes y hoteles lo incorporaron a sus buffets y cartas, y la demanda de carne de cerdo subió entre 5 % y 10 % en granjas porcinas. La chicharronería KIO reportó un incremento de ventas de hasta 30%. Esto demuestra que una plataforma digital puede transformar no solo la visibilidad de un platillo, sino su cadena de suministro completa.
Restaurantes de 4 y 5 estrellas, especialmente en Lima, ya no ven al pan con chicharrón como algo periférico, sino como un producto que aporta identidad al menú. Asimismo, cadenas hoteleras como Casa Andina lo han incluido en sus cartas y buffets, respondiendo a una demanda creciente del público nacional y turista.
Existe además un efecto colateral muy potente: la oportunidad para las pequeñas y medianas empresas (MYPEs) proveedoras —panaderías, cebollas, cerdo, camote— de incorporarse al crecimiento de la demanda. También se visualiza un incentivo para que negocios informales formalicen sus operaciones, mejoren sus estándares de salubridad y aprovechen la tendencia para crecer.
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¿Qué lecciones deja este boom? Adaptarse rápido, mantener la identidad, colaborar con proveedores locales y asegurar calidad. Si estás en el negocio gastronómico, hotelero o eres proveedor, ahora es el momento de aprovechar esta ola.
