Una masa de hojaldre versátil y hojaldrada, desempeña un papel fundamental en el mundo de la panadería y la pastelería. Sus delicadas capas y su especial sabor la han convertido en la favorita de panaderos y pasteleros de todo el mundo.
“Desde tartas y pastas hasta empanadas, el hojaldre añade un toque de sofisticación e indulgencia a diversas delicias dulces y saladas” comentan desde Valdés hojaldrería.
Los orígenes del hojaldre
El hojaldre, también conocido como pasta de hojaldre, tiene una rica historia que se remonta a los tiempos del antiguo Egipto. La técnica de superponer masa y grasa fue perfeccionada por los franceses en el siglo XVII, contribuyendo al desarrollo de la masa ligera y aireada que conocemos hoy en día.
En España, el hojaldre ha sido un elemento básico de la cocina tradicional durante siglos. Se ha utilizado en platos clásicos españoles como las empanadas y los espirales. Con el tiempo, el hojaldre también se ha introducido en el mundo de la pastelería, revolucionando el arte de hacer tartas y creando nuevas posibilidades para postres deliciosos.
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El arte de hacer hojaldre
Crear hojaldre requiere habilidad y precisión. El proceso consiste en laminar la masa doblándola repetidamente con capas de mantequilla o margarina. De este modo se crea un patrón de finas capas que, una vez horneadas, consiguen la tan deseada textura hojaldrada.
Una masa de hojaldre bien hecha debe tener un aspecto brillante y uniforme, con finas capas visibles. Dominar el proceso de laminación es crucial para conseguir la textura y el levado deseados. Requiere paciencia, ya que hay que dejar reposar la masa entre cada pliegue para relajar el gluten y evitar que las capas se peguen.
Tradicionalmente, la masa hojaldre se hacía a mano, pero las panaderías modernas suelen utilizar maquinaria especializada para agilizar el proceso. Sin embargo, muchos panaderos artesanos siguen prefiriendo la elaboración manual para preservar la autenticidad y la calidad de sus productos.
La versatilidad del hojaldre
El hojaldre es increíblemente versátil y se puede utilizar para crear una amplia gama de pasteles y productos horneados. Su textura ligera y hojaldrada proporciona la base perfecta para rellenos salados y dulces.
En la panadería
En el ámbito de la panadería, el hojaldre se utiliza comúnmente para hacer croissants, pain au chocolat y pasteles daneses. Las características únicas de la masa confieren a estos pasteles su característica textura hojaldrada y su ligereza, lo que los convierte en una opción muy apreciada para el desayuno o el brunch.
El hojaldre también se puede moldear de diversas formas, como trenzas o vueltas, para crear delicias visualmente impresionantes y deliciosas. Estas delicias de pastelería suelen llevar rellenos indulgentes como crema de almendras, mermeladas de frutas o ganache de chocolate.
En la pastelería
En la pastelería, el hojaldre abre un mundo de posibilidades para crear postres exquisitos. Su ligereza ofrece un elegante contraste con ricas cremas, frutas y chocolate. Entre los postres a base de hojaldre más populares se encuentran el milhojas, las palmeras y los hojaldres.
El milhojas, que significa «mil capas», es un postre clásico francés elaborado con capas de hojaldre y crema pastelera. El delicado equilibrio de texturas y sabores crea un postre realmente lujoso.
Los palmiers, también conocidos como orejas de elefante, son sencillos pero deliciosos pasteles de hojaldre. Las finas tiras de masa se recubren de azúcar, se doblan y se hornean para crear delicias crujientes y caramelizadas.
Las empanadas son otra opción popular. El hojaldre envuelve deliciosos rellenos, como frutas, verduras o incluso carnes, creando una delicia que se puede llevar en la mano y disfrutar como tentempié o como comida.
El perdurable atractivo del hojaldre
A pesar de los constantes cambios en el panorama de las tendencias culinarias, el hojaldre sigue siendo una masa muy apreciada tanto en panaderías como en pastelerías. Su versatilidad, su textura hojaldrada y su sabor indulgente siguen cautivando los corazones y los paladares de los entusiastas de la gastronomía de todo el mundo.
Independientemente de si está disfrutando de un croissant mantecoso con su café matutino o saboreando un milhojas de delicadas capas después de una experiencia gastronómica, el notable papel del hojaldre en la panadería y la pastelería es innegable.
El hojaldre sigue siendo una masa muy apreciada tanto en la panadería como en la pastelería.
Fuente: iberianpress.es