Pese a la lenta recuperación del sector turismo, firmas nacionales y extranjeras muestran interés en esta zona del Cusco por la posibilidad de encontrar terrenos más baratos que en otros lugares.
El hotel-boutique Andenia —ubicado en el Valle Sagrado del Cusco, entre Urubamba y Pisac— empezó en el 2019 con nueve habitaciones. Hoy, construye más espacios con el objetivo de acabar el año con 15. “La idea es seguir creciendo al mismo ritmo de la demanda. Junto a la carga histórica y cultural que ofrece Cusco, tenemos espacios al aire libre para estar en contacto con la naturaleza”, sostiene Michel Seiner, socio gerente de la empresa hotelera.
Andenia no es un caso aislado en el Valle Sagrado. Cada vez más hoteles apuestan por ese lugar, a más de 30 kilómetros de la ciudad de Cusco.
El presidente de la Cámara de Comercio de esta Zona, John González, reveló que, el año pasado, cinco grupos de empresarios de origen europeo solicitaron informes para la ejecución de proyectos hoteleros de cuatro y cinco estrellas en la ciudad del Cusco y el Valle Sagrado, con especial énfasis en Urubamba. Sin embargo, el alto precio del metro cuadrado- en algunos casos por encima de los US$200-, aunado a la crisis política y social de aquel entonces, desmotivaron a los inversionistas.
“En algunos casos, se trata de empresarios que ya han realizado inversiones en otros lugares del país y que evalúan nuevos desembolsos en esta parte”, señaló González. Uno de ellos es el grupo hotelero francés Accor, con 13 establecimientos en el Perú y propietario de las marcas ibis, ibis Style, ibis Budget, Novotel, Mercure, Pullman y Swissotel.
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Mauro Rial, COO North & Hispanic Accor Américas PME, explicó que, si bien bajo la marca Novotel ya cuentan con un establecimiento en la Ciudad Imperial, apuntan a aumentar su presencia y crecer hacia el Valle Sagrado de los Incas.
“Tenemos una posición importante en Lima, pero queremos crecer en Cusco. Cuando se vende el destino Perú hay un corredor muy claro, que es Lima-Cusco-Valle Sagrado-Machu Picchu. Ahí faltan cuartos”, precisó el ejecutivo. Adelantó que el grupo hotelero evalúa diversas propiedades interesadas en un proceso de conversión a su marca.
A estas iniciativas extranjeras también se suman expectativas de empresas nacionales. Casa Andina, que actualmente tiene presencia en Cusco y Machu Picchu, y una sede entre Urubamba y Ollantaytambo, no descarta seguir creciendo en esta zona dado su potencial.
“Lo que buscaríamos es operar un hotel existente o que un inversionista construya un hotel a nuestra medida. Siempre estamos buscando alternativas y viendo oportunidades interesantes” adelantó Juan Stoessel, CEO de la cadena hotelera.
Precios de terrenos
El presidente del Comité de Construcción de la Cámara de Comercio de Cusco, Ronal Hermoza, destacó el potencial que tiene el Valle Sagrado como receptor de nuevas inversiones hoteleras. “Antes, el Valle Sagrado abarcaba Urubamba y un poco Calca y Ollantaytambo hasta Huambutio. En ese recorrido hay como 80 kilómetros, cuyos laterales de río empiezan a tener mejoras para la instalación de hospedajes, hoteles y casas rústicas que posteriormente se usan de alojamiento para los fines de semana”, indicó.
Pese a que no se espera una recuperación total del sector turismo para el 2024, Hermoza afirmó que el arribo de alojamientos a estos lugares es más frecuente ante la oportunidad de encontrar terrenos más económicos en comparación a Urubamba, donde el metro cuadrado super los US$300. Hace diez años, su valor era de unos US$100.
“En Huambutio, por ejemplo, los terrenos cuestan aproximadamente US$30 el metro cuadrado. La provincia de Calca, aún cuando no está al nivel de Urubamba, ya muestra crecimiento con valores que no bajan de los US$200”, anotó.
Se espera que el funcionamiento del Aeropuerto Internacional de Chinchero, que estará listo en el 2025, dinamizará las inversiones hoteleras, pues será el segundo más importante del país.
“El circuito turístico que hoy sale del Cusco posiblemente tenga variaciones una vez esté operativo el aeropuerto. Una alternativa es que el turista que llega a través del terminal en Chinchero duerma en Urubamba y visite Machu Picchu, así como otros sitios del Valle Sagrado, luego se vaya a la ciudad de Cusco”, comentó Hermoza.
Además de hoteles, los espacios al aire libre atraen a clínicas-hospedajes, que brindan tratamientos odontológicos y estéticos, además de hospedaje. “El extranjero se realiza cualquiera de estos tratamientos en un promedio de cuatro días y el resto del tiempo lo aprovecha en una estancia tranquila en contacto con la naturaleza. Es decir, son infraestructuras mixtas (de aproximadamente dos o tres hectáreas), donde en un lugar está la clínica y en otro el hotel para descansar. Ya hay dos de esos proyectos. Es un formato en el que hay interés”, resaltó.
Fuente: gestion.pe