
La explosión del e-commerce provocada por el Covid-19 aceleró la transformación digital del retail, pero la tienda física no ha desaparecido.
El sector minorista se recupera rápidamente de los golpes de la pandemia y el punto físico de venta se adapta y transforma junto con los nuevos cambios en los hábitos de los consumidores.
Una investigación realizada por Scandit, en la que se recogen las opiniones de ejecutivos de 73 marcas de moda y de más de 3 mil 500 clientes en Europa y Oriente Medio, encontró que la experiencia de compra en tiendas físicas sigue siendo imprescindible para 93% de los minoristas de moda europeos.
El renacer de la tienda física tras la pandemia
La irrupción del Covid-19 supuso uno de los retos más grandes que el sector retail ha enfrentado en la historia reciente.
PUEDES VER:
Ello implicó la disminución de aforos en espacios cerrados y el sector minorista reportó un incremento exponencial de las ventas del canal online.
El omnicanal seguirá reinando
En 2022, el sector ha experimentado una recuperación acelerada, marcada en especial por el fortalecimiento de los puntos de venta físicos y la experiencia omnicanal.
Según una encuesta de Gartner, el 95% de los directivos minoristas dijeron que planeaban aumentar las inversiones en su infraestructura digital, sin perder de vista la tienda física.
Sí, la tienda física sigue siendo importante, pero la forma de enganchar a los clientes será afuera de la tienda, desde las redes digitales y las aplicaciones móviles”, apuntó la CEO de C&A.
En ese sentido, el omnicanal seguirá reinando. El cliente será el que decida si quiere el producto en su casa o si lo quiere pedir en línea, probárselo en la tienda y pagarlo hasta estar completamente seguro de que es lo que quiere, destacó.
Los retos para el sector minorista
Si bien el sector retail ha mostrado ser resiliente ante las disrupciones, 2022 fue un año de enormes retos y los desafíos, explican los analistas, se prolongarán hasta 2023.
Los problemas en la cadena de suministro, el aumento en la demanda de productos y las condiciones económicas globales actuales provocaron desabastos a lo largo del año.
De acuerdo con cifras de GS1, en México, el desabasto de mercancías en tiendas físicas del sector minorista alcanzó un 3.5% durante el primer semestre de 2022, con pérdidas por 6 mil 600 millones de pesos.
Se trata de un escenario global que, para el sector, implica la transformación y la restructuración de las cadenas de suministro.
“Todos nos dimos cuenta de qué tan vulnerables somos en relación con China. La política de cero tolerancia contra el Covid-19 y el cierre de puertos nos ha golpeado severamente”, aseveró Kroger.
“Para hacer frente a esta disrupción, buscamos cada vez más proveedores nacionales. Estamos trabajando para traer la producción aquí. Quizá la clave esté en cuestionar algunos de esos paradigmas sobre lo que se puede o no hacer en México”, comentó sobre las acciones que C&A ha implementado para hacer frente a las disrupciones de la supply chain.
¿Qué esperar en 2023?
Al igual que en 2022 y 2021, las perspectivas para el comercio minorista en 2023 serán desafiantes.
El riesgo de estantes vacíos debido a la escasez de materias primas, la guerra en Ucrania y los problemas logísticos, seguirá siendo un escenario posible en los próximos meses.
Para el sector minorista, la digitalización y la planeación serán las claves para hacer frente a la incertidumbre global que se espera, al menos en el primer trimestre de 2023.
“Tenemos que ser mucho más ordenados, disciplinados e invertir en la organización, en los sistemas, en los datos, para asegurar que, en nuestro caso, las prendas lleguen en la misma semana al distribuidor, al centro de inscripción, y de ahí puedan trasladarse a la tienda física y estén listas para lucir en aparador y pueda venderse a un ritmo óptimo”, puntualizó Kroger.
Fuente: thelogisticsworld.com